El pasado día 21 de octubre de 2015, a las 10:40 aproximadamente, comenzó una de las conferencias que daban pistoletazo de salida a la conmemoración de las 25 promociones de Historia y Ciencias de la música, además de la inauguración del presente curso académico.
Esta no fue otra que la impartida por Michael Noone (Boston College), que rezaba como título: “La gran polifonía del Renacimiento en España: Herencia y presente”. Dicha conferencia se realiza con motivo del V centenario de la muerte del Conde de Tendilla, y la presencia de una figura musicológica tan importante no pudo sino dejar el listón muy alto a esta jornada de actos.
Michael Noone se graduó en la Universidad de Sídney, y posteriormente consiguió el doctorado en el «King’s College», de Cambridge. Tal y como se detalla en su pagina web en 2001 fundó, con Warren Trevelyan-Jones, el Ensemble Plus Ultra (con sede en Londres), con el propósito específico de rescatar e interpretar todo tipo de música española, que al fin y al cabo es el objeto de su investigación, centrada en la musicología práctica. En “el directo”, fue el jefe de departamento de musicología, Don Antonio Martín Moreno, el encargado de informarnos acerca de la trayectoria de Noone.
Noone abre su conferencia con una reflexión personal. Y es que muchos historiadores, como Higinio Anglés, han debatido sobre la manera correcta de interpretar la polifonía del Renacimiento español. Estamos todavía lejos de encontrar respuestas a preguntas fundamentales. Una de ellas, según Noone la más importante que nos debemos replantear y con acierto, es: la polifonía que hacemos nosotros ¿Suena como la del siglo XVI? ¿Suena como en el renacimiento nuestra interpretación actual?
A continuación ejemplifica su pregunta con la interpretación del Coro de la catedral de Westminster: Grabación de los responsorios de tinieblas de Victoria. Por la misma definición de la ideología de la formación, debían caracterizar con más fuerza el sentimiento religioso y apasionado.
¿Podemos considerar cómo Peñalosa, Guerrero o Victoria iban a reaccionar si se enterasen que su música se interpretaba en centros culturales religiosos de Inglaterra 500 años después con asiduidad? ¿Que iban a estar reinterpretados en plataformas digitales, a veces de cualquier forma, como YouTube o Itunes? Ahora la música está disponible para mucha gente, pero hemos perdido otros aspectos, y en esto estoy de acuerdo: muchos directores de música sacra saben que pocos de sus cantantes saben latín. Incluso es difícil encontrar a un sacerdote que lo practique con maestría. Entonces, esa ayuda que nos ofrecía el significado del texto… ¿dónde queda?
Victoria compuso el Motecta O magnum mysterium para la fiesta de la circuncisión. Lo publicó en 1572, cuando tenía unos 22 años. Otros dicen que fue compuesta para la fiesta de la Navidad. Aunque sean del mismo ciclo litúrgico, son fiestas diferentes. La circuncisión de Jesús se entendió como:
1- que Jesucristo era completamente humano
2- que la sangre de cristo fue derramada, dando inicios del camino de redención
3- que cumplía la ley judía sobre la que se contextualizó su nacimiento. Es interesante observar cómo interpretaciones del O magnum que lo interpretan como texto navideño lo hacen con efusividad y alegría, pero es posible que Victoria tuviera otras intenciones.
Con este se nos presenta otro ejemplo: Victoria: Vere languores. Un pasaje de este fue compuesto para expresar las palabras “sostener al rey de los cielos”, pero en el anterior motete Victoria empleó este pasaje musical para “Oh, aventurada virgen”.
Nuestro compositor enlazó el primer derramamiento de sangre con el final en la cruz. O magnum, pues, es una fiesta para expresar la circuncisión, y se debería entender que la expresión debería mostrar un triste convencimiento de que ese niño recién nacido morirá agonizando en la cruz a causa de los pecados de la humanidad, desde el punto de vista correcto.
Ahora nos van a interpretar tanto el pasaje del Vere languores que Victoria utiliza también en el O magnum para ver las diferentes maneras de interpretación según lo que se representa en cada caso. Se evidencia cómo en el segundo caso el carácter es más compungido y profundo, manteniendo más peso sobre cada palabra. Se cuidan mucho las respuestas entre las voces, la suavidad de la melodía principal, y el cuidado de no acentuar con fuerza los inicios del texto. Las pausas tienen un papel importante para enfatizar el significado, y el hecho de no destacar demasiado sobre el resto se convierte en loable, de forma que permanezca un bloque homogéneo donde se requiere esta profundidad. En el momento del aleluya, se acelera un poco el pulso y se realiza un crescendo cuidado, que contrasta con la forma magistral en la que se ha acabado.
Noone, en una segunda interpretación, dirige al quinteto de voces (en lugar de Jorge, director de coro, que lo ha hecho la vez anterior), para demostrar la diferente interpretación de un aleluya en su contexto más alegre y dinámico (como ha señalado Michael, sin pensar en la circuncisión). Lo importante aquí es discernir las diferentes formas de interpretar según las asociaciones teológicas. Es lo que podemos conocer como Intertextualidad: cuyo uso fue muy común en todo el repertorio de la polifonía del siglo XVI. Aquí arguye la importancia de conocer el contexto y funcionalidad de la obra aunque no se conozca con previsión la misma, para hacerla lo más realista al original posible y respetar al compositor.
Por último, se nos ofreció una nueva interpretación del quinteto de voces y una ronda de preguntas que terminó con toda una oda por la lucha y la recuperación de patrimonio del propio conferenciante.
Miguel Ángel Moreno Villén.
Editora, Belenish Moreno Gil.