La pasada mañana del jueves 5 de noviembre comenzó en la UGR el ciclo de conferencias “Patrimonio, música y cultura” organizado por el Departamento de Historia y Ciencias de la Música y el Máster de Patrimonio musical.
Diego Martínez Martínez, director del FIMD de Granada, se encargó de estrenar este ciclo con su ponencia titulada: “Modelos de Gestión para un Festival de Música”, donde nos intentó aclarar a todos los presentes el modelo de gestión que se seguía para programar los eventos de este conocido festival y el desarrollo, tanto cultural como económico, que ha sufrido el mismo con el paso de los años.
Lo primero que intentó definir el ponente fueron los diferentes elementos que han influenciado el nacimiento de tal festival en nuestra ciudad. Hay que tener presente que Granada ha sido una ciudad musicalmente afortunada, contando con concursos, como aquel de Cantes jondos celebrado en 1922, que aprovechaban la popularidad de este género y con el apoyo de grandes figuras como Manuel de Falla. Este conjunto de elementos, más uno patrimonial (la Alhambra y su riqueza), hizo que un exalcalde de Granada -que había sido director de bellas artes- decidiese comenzar a convocar eventos de mayor calibre, como el Festival de música y danza, que dio pie a su nacimiento en 1952.
En Granada, un concierto en el Carlos V tiene un valor especial; o en el teatro Generalife, espacio perfecto para la danza. Son experiencias que solo se pueden vivir en nuestra ciudad. Gracias a este tipo de características se ha conformado un ambiente propicio para llevar a cabo con éxito este tipo de eventos. Prueba de ello es que la presencia del público en actividades culturales a partir de 2014 baja en ópera, danza e incluso en música pop, pero en cambio NO ha sucedido aquí. La razón para este descenso en otros lugares, explica Martínez, quizá se deba a que cada día nos movemos más a través de los medios tecnológicos y audiovisuales que nos ofrecen las plataformas de navegación por Internet. Esto preocupa a los programadores y directores de este tipo de gestión de eventos y festivales. La pregunta clave sería: ¿Cuál es el motivo para que, incluso estudiantes jóvenes de musicología, no se acerquen al directo en este tipo de conciertos? Habría que analizarlo.
El festival se ha asentado pues en esas dos bases: cultural y patrimonial. El panorama de presencia del público ha bajado EXCEPTO en Granada. Y aquí dejamos algunos datos:
Se han vendido el 98% de las entradas de un total de 31.000 y se han recaudado cerca de 900.000€. Es un dato que expresa que el contexto de Granada es único. 35.000 personas han asistido al FEX, excepcional componente que tiene el festival, lo que nos llevaría a sumar cerca de 60.000 personas a los eventos musicales granadinos, junto a diferentes actividades complementarias como los Cursos Manuel de Falla.
El Festival de Granada es un consorcio, una administración pública. En 1952 se organizaba directamente desde Madrid, apoyado por el Ministerio de Cultura. Toda la programación se planteaba desde la capital. Sin embargo, a partir de los años cercanos y gracias a directores como Antonio Martín Moreno, se comienza a elaborar una estructura del personal que acaba culminando en el Consorcio público: Festival de Música y Danza de Granada.
Entre los principales órganos de apoyo encontramos al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Administración central, autonómica, diputación provincial de Granada, el Ayuntamiento de Granada, la Universidad de Granada y el Patronato del Generalife y la Alhambra. El FIMD tiene personalidad jurídica propia, es decir, no tienen que firmar un contrato con orquestas a través de ayuntamientos, sino que ellos tienen potestad jurídica para poder llevar a cabo ese tipo de trámites.
Cuando el director se integró en la plantilla, el patrocinio conseguido fue de 400.000€ (que ya es considerable si hablamos del terreno musical), así que tenemos que percatarnos de cómo ha crecido el Festival en la actualidad. El Ministerio de Cultura destina una partida nominativa de su presupuesto para ayudar al festival, ya que este forma parte del propio evento, y no se necesita pedir al mismo ningún tipo de subvención. 3.340.000€ ha sido finalmente el presupuesto conseguido, el cual es relativamente ajustado si lo comparamos con festivales como el de Lucerna.
El tanto por ciento conseguido se dividió en su día entre un 70% público y un 30% privado. Este año, sin embargo, la cosa ha cambiado, quedando una proporción de 45% público y 55% privado. Las aportaciones públicas han menguado considerablemente y se han tenido que conseguir los objetivos de otra forma. En el amplio panorama de los compositores clásicos, se han buscado proyectos musicales que puedan tener una buena respuesta de público, con el fin de que el proyecto salga adelante satisfactoriamente, tal y como se ha conseguido.
También se ha intentado buscar nuevo público. Nuevos perfiles que se sintieran cómodos escuchando, por ejemplo, a una orquesta sinfónica. Para que esto sea posible, se han integrado nuevos géneros como la música contemporánea, o figuras como Philip Glass.
El festival tiene un equilibrio consolidado con distintas figuras durante todo el año y esta fue una de las últimas aportaciones del ponente: explicar cada uno de los cargos que hace posible todo esto. Con este esquema de los elementos que conforman este gran proyecto, nos despedimos de la conferencia.
- Director – jefatura del personal del festival (producción, iluminación, carga y descarga, azafatas, porteros…), programación del mismo.
- Gerencia del festival – Buena administración del festival al relativo legal para que cumpla los requisitos con eficacia.
- Director técnico – director de producción del festival. Para que, si hay un concierto, esté todo bien preparado (regidores en su sitio, que los camerinos estén preparados, etc…)
- Coordinador de actividades artísticas: ayudante de programación, que consigue que el plazo de un artista discurra con normalidad. Publicaciones, control de entradas, taquillas. Hay que pensar que vender 31.000 entradas en distintos espacios es complicado de gestionar.
- Relaciones externas: a esas casi 30 empresas que cada año van creciendo y que patrocinan el festival. Una persona tiene que ser su conexión con el festival y que se dedica a que todo salga perfecto y se cuide este tipo de uniones.
- Informático: 700.000 visitantes a la página web. Una persona debe actualizarla y gestionarla para proporcionar una información de calidad. Así mismo, hay que hacerse cargo de las redes sociales y la difusión de los eventos.
- Otra persona que lleva el FEX (Festival de extensión): llevar de forma más lúdica el aspecto fundamental del festival y el amor por la música a la calle, para llegar a mucha más gente. Ha ayudado a la creación artística, promoción e interpretación de muchos grupos.
- Jefe de prensa: importante para que la noticia que se genere llegue a tiempo y bien fundamentada.
- Jefa de taquilla: este año, que se pretende anunciar cuatro conciertos en el mes de diciembre, se va a comenzar a mover el catálogo con prontitud, así que es la figura encargada de controlar este tipo de transiciones.
Miguel Ángel Moreno Villén