Guy Braunstein and Friends
Notas al programa de los conciertos de cámara «Guy Braunstein and Friends», por Francisco José Rodríguez Columé.
DÉJATE SORPRENDER POR GUY BRAUNSTEIN AND FRIENDS
Hoy tenemos el honor de presentarles el concierto de cámara “Guy Braunstein and Friends”. En él, disfrutaremos de la actuación de una formación constituida por los solistas más reseñables del panorama musical nacional junto con el que fue durante 14 años el concertino de la Filarmónica de Berlín, Guy Braunstein. Así, citamos a los violinistas Jesús Reina y Anna M. Nilsen, el cellista Alberto Martos y pianista Ambrosio Valero, quienes destacan en el mundo musical por sus grandes trabajos.
La carrera del israelí Guy Braunstein ha evolucionado siempre in creccendo. Siendo muy joven, comenzó a tocar como músico solista y de cámara en la Orquesta Filarmónica de Israel y en la Sinfónica de Bamberg, entre otros. Más tarde, entre 2003 y 2007 ocupó el cargo de profesor de música en la Universidad de las Artes de Berlín y desde 2006 ha sido director musical del festival Rolandseck en Alemania; todo ello compaginado con su cargo de concertino de una de las orquestas más reseñables en todo el mundo. Hoy día, es reconocido como uno de los violinistas y directores de orquestas más admirados e influyentes a nivel europeo.
La violinista noruega Anna M. Nilsen, quién intervendrá en calidad de II violín, debutó como solista a los nueve años con la Orquesta de la Radiotelevisión Noruega y desde entonces no ha parado de tocar y subirse a los escenarios de medio mundo. Actualmente, es cofundadora y directora del Festival Internacional de Música de Cámara Málaga Clásica.
Seguidamente, y en esta ocasión a la viola, encontramos al malagueño Jesús Reina, refutado violinista que ha cautivado Nueva York y quién ha actuado en algunos de los auditorios más reconocidos de todo el mundo, como en el Royal Festival Hall en Londres, entre otros. Es fundador y director del Festival Málaga Clásica, compañero de esta organización junto a Anna M. Nilsen.
Alberto Martos en el cello, ha colaborado hasta 2011 en la orquesta West-Eastern-Divan y ha actuado en escenarios de Nueva York, Londres y en grandes teatros como el Scala de Milán o el Teatro Colón de Buenos Aires.
Y por último, pero no menos importante, el pianista granadino Ambrosio Valero, nacido en el seno de una familia de músicos, empezó a una temprano edad gracias a su padre sus estudios de música. Su actividad como solista le ha llevado a tocar por todo el mundo. Recientemente, fue nombrado en Viena primer artista Bösendorfer español de la historia, siendo desde entonces la principal imagen de esta constructora de pianos en nuestro país.
El programa a interpretar vendrá conformado por dos de los quintetos más célebres del repertorio musical camerístico tales como el Quinteto para piano en Mi bemol mayor, Op. 44, de Robert Schumann (1819-1896), seguido del Quinteto para piano en fa menor, Op. 34, de Johannes Brahms (1833-1897).
La primera obra que escucharemos fue compuesta por el alemán Robert Schumann en 1842, y tuvo su representación en 1843. Se la considera una de las mejores composiciones del autor, además de ser una obra importantísima dentro de la historia de la música ya que Schumann introdujo por primera vez un piano, dos violines, una viola y un cello en una misma obra; hecho asombroso pues, hasta ese momento, los quintetos con piano acompañaban a los contrabajos como, por ejemplo, se aprecia en el Quinteto de La trucha de Schubert.
Así mismo, la estructura de la pieza consta de cuatro movimientos. El primero, “Allegro brillante”, empieza de manera simétrica con todos los instrumentos, desarrollando un tema melódico que poco a poco va modulando, aumentando a la par su complejidad armónica, y que finalmente retorna al tema melódico principal, preparando así al espectador para el siguiente movimiento, “in modo d’una marcia. Un poco largamente”. Este segundo movimiento comienza en la tonalidad de do menor y sigue una estructura simétrica en forma de lied, constituida por un tema melódico, seguido de un nuevo tema y concluyendo con el motivo principal, variando este último con pequeños cambios armónicos. En contraste, el tercer movimiento, “Scherzo monto vivace”, se caracteriza por presentar dos tríos, movimientos claramente identificables por ser muy bailables y rápidos. Y por último, la obra finaliza con un “Allegro ma non troppo”, tratado de manera peculiar en Schumann, pues comienza en una tonalidad menor para luego acabar en una tonalidad mayor.
Una vez dada por concluida la primera parte y tras un breve descanso, los intérpretes darán paso al Quinteto para piano en fa menor, Op. 34, de J. Brahms, compuesto entre 1862-1864 y estrenado al año siguiente. El compositor tuvo muchas dudas para decidir el medio instrumental que utilizaría para la creación de su quinteto. En un principio, Brahms decidió concebir dicha obra para cuerdas con la intervención de segundo cello pero, poco después, retomó la composición destruyendo la primera versión de ésta y concibiéndola como hoy día la conocemos, con la incorporación del piano.
Del mismo modo, esta pieza consta de cuatro movimientos estructurados de la siguiente forma: “Allegro non troppo”, “Andante, un poco adagio”, “Scherzo: Allegro”, y “Finale: Poco sostenuto – Allegro non troppo – Presto, non troppo”. Los movimientos exteriores son más llamativos armónicamente y más inquietantes en efecto. La introducción al final, con su figura en ascenso en semitonos, es especialmente notable. Tanto el piano como la sección de cuerda tienen un papel igualmente importante en toda esta obra.
Así pues, se configura un concierto único que no dejará a nadie indiferente ya que, por un lado, intervendrán instrumentistas de gran reconocimiento internacional, por su gran talento interpretativo, y, por otro, se interpretarán dos grandes obras que marcaron un antes y un después en la manera de componer obras para cámara. Obras en las que se incluyeron el piano por primera vez y que sorprendieron al público de la época de manera inigualable. Y obras que reivindicaron nuevos modelos de composición, con un nivel técnico y alarde de belleza a la altura de otras obras de R. Schumann como su Cuarteto de cuerda No. 1 en la menor, Op. 41 (1842), o el Quinteto de clarinete en si menor, Op. 115 de J. Brahms.
Disfruten de este espectáculo.
Francisco José Rodríguez Columé
10.03.2017 – 11.03.2017 – 28.04.2017
Guy Braunstein and friends
Teatro Cervantes de Almería – Sala Unicaja de conciertos María Cristina de Málaga – Auditorio Manuel de Falla de Granada

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